miércoles, 9 de febrero de 2011

INVERTIR EN BIENES RAICES

Ejecutar una buena inversión en bienes raíces es producto de la confluencia de varios factores determinantes. No es solamente encontrar una buena localización o comprar a un buen precio, lo que determina que la compra de una propiedad de ingreso resulte una buena compra. Son factores tan complicados como estilo y calidad de vida entre los ocupantes de la propiedad y tan simples como tiempo de estancia de los inquilinos en la misma, lo que puede decidir.

La ubicación de la propiedad es un elemento primordial. La localización, es la ciudad en que se halla la propiedad. La ubicación, sin embargo es, el sitio de la ciudad, en particular.

Aunque parezca fácil de entender, el asunto no es tan sencillo como se presenta a simple vista. La ubicación prácticamente lo es todo. Una propiedad bien ubicada seguramente tendrá menos vacantes y podrá enfrentar más fácilmente una crisis que otra del mismo tipo y condiciones que cuente con una ubicación menos ventajosa dentro de la misma ciudad.

El estado físico de una propiedad también es decisivo al respecto. Una propiedad bien mantenida contará con la aprobación de los que habitan o trabajan en ella y será motivo de orgullo referir su dirección para todo aquel que se relacione directamente con la misma.

El precio de compra es importante; pero no decisivo. Lo que resulta decisivo, sin embargo, radica en la esencia misma de la condición y finalidad de una inversión inmobiliaria.

Por naturaleza, una inversión en bienes raíces no se caracteriza por su liquidez inmediata, o sea, la misma es considerada como una inversión a largo plazo que reúne toda una serie de ventajas que la pueden convertir en "un seguro contra la inflación'' o en ‘‘un seguro contra la pérdida de valor del circulante'', permitiendo al que invierte gozar, en la mayoría de las oportunidades, de una relativa paz mental al considerar asegurado el capital inicial invertido.

De ahí la importancia de comprar una propiedad que goce de buena ubicación, pues de ser necesaria su venta en un período de tiempo breve, sea para realizar un intercambio, para iniciar cualquier negocio o simplemente para convertir la inversión nuevamente en capital, es muy probable que haya alguien dispuesto a comprarla de inmediato. ¡Y eso representa una buena inversión!